En el distrito autónomo Evenk, en Mongolia Interior, está situado el Obo conocido como “el primer Obo del mundo”. Los Obos son montículos de piedras apiladas emplazados en las praderas de Mongolia y que poseen significado religioso y cultural.
En China, en las praderas de Mongolia Interior, se encuentran muchos de estos Obos construidos con piedras grandes y pequeñas, levantados en las laderas. Sobre éstos, se cuelgan banderas con sutras budistas de diferentes colores, que llaman a los pastores y viajeros desde lugares lejanos.
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“Obo” en el idioma mongol significa “montículo”, un signo construido con piedras para definir un camino o frontera. Posteriormente fue convirtiéndose en un lugar donde la gente oraba por la buena cosecha, la buena suerte y la felicidad.
La clásica canción china “Encuentro en el Obo”, que cuenta una bonita historia de amor, ha sido popular durante más de medio siglo. Un Obo no sólo es un sitio sagrado para los pastores, sino que también constituye un lugar de visita obligada para los viajeros.